El gran mito: “aún tengo tiempo”

La mayoría de los jóvenes profesionales caen en el error de pensar que el retiro es algo que pueden resolver “más adelante”.

Sin embargo, esta percepción puede tener consecuencias graves. Según la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (CONSAR), el 86% de los mexicanos no tendrá ingresos suficientes para vivir dignamente al llegar a los 65 años. En palabras simples: si no tomas acción, estarás entre ellos.

¿Por qué nadie habla del retiro?

Vivimos en una cultura enfocada en el presente. Las redes sociales nos bombardean con estilos de vida aspiracionales: viajes, ropa de marca, gadgets de última generación. Todo esto estimula la gratificación inmediata y relega el ahorro a un “problema del futuro”.

El problema es que el tiempo sí pasa. Un día despiertas y te das cuenta de que ya han pasado 10 años desde que saliste de la universidad y no has construido nada para tu retiro. El dinero no aparece mágicamente, se construye con planeación y constancia.

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El retiro no es un lujo, es una obligación contigo mismo

Ricardo Chavero, CEO de netWorth, lo explica así: “El retiro es la única meta financiera que todos vamos a tener sí o sí. Podrás no casarte, no comprar casa, pero envejecer es inevitable”.

Además, no basta con tener ingresos hoy. En algún momento dejarás de trabajar, por salud o por elección, y necesitarás vivir de lo que hayas construido antes. Si ese plan no existe, dependerás de otros o reducirás radicalmente tu calidad de vida.

¿Cuánto necesitas para retirarte?

Tomemos un ejemplo sencillo: si a los 23 años comienzas a ahorrar $50 diarios (unos $1,500 al mes) y lo haces de forma constante hasta los 65 años, podrías acumular hasta $22 millones de pesos, gracias al interés compuesto.

Pero si empiezas 10 años después, a los 33, con el mismo esfuerzo ahorrarías solo $7 millones. Es decir, esos 10 años de diferencia pueden costarte hasta $15 millones de pesos.

¿Entonces qué puedes hacer?

• Identifica tus ingresos y egresos reales: El primer paso es conocer tu flujo de dinero.
• Define un porcentaje fijo para el ahorro: Aunque sea poco, lo importante es empezar.
• Busca herramientas que automaticen el ahorro: La domiciliación mensual te ayuda a crear el hábito sin darte cuenta.
• Asesórate con expertos: No intentes hacerlo todo tú solo. Un asesor financiero puede ayudarte a encontrar el mejor plan según tu edad, ingresos y metas.